miércoles, 18 de diciembre de 2013

fiebre

no sé cuánta fiebre tendré
he olvidado ir a por el termómetro
pero tengo frío y estoy sola
tengo obligaciones



no quiero
no soporto estar así
sin nada que hacer



me contento pensando en la excusa
de la enfermedad
en la excusa que pudiera suponer
un pobre resfriado 



idiota



situaciones ridículas como esta
se me presentan como un espejo
espero
distorsionado



en realidad esta angustia no dista de la otra
de la que se me atraganta a diario
pero es que en la cama aquí me hiela
y luego me hace sudar
y luego tiempo
la angustia 



en el espejo
me veo ante el pobre espejo muy desnuda
o tan desnuda como siempre
me causa risa:
una especie de bulto amarillo
un bulto flaco y el morro goteando
me causa, me causo risa



por dios



no me quiero tomar las pastillas
no sé cuánta fiebre
o ni siquiera si tendré fiebre o si este malestar
será producto de otra cabeza
quiero con miedo comprobar los límites
los marcos del espejo
con miedo
hasta el fondo



allí en el reflejo cruzo la vista conmigo
soy un cebo
gusano pequeño aletargado tranquilo
que me mira
pobre
y yo que sé que van a devorarlo
irremediablemente



he dado la espalda a demasiados deberes
a demasiados deseos:

allá en el fondo adivino la riña
entre unos y otros
deseos, deberes
rebaño de bultos encabritados
luchando entre ellos
morros goteando sangre

ridículo desde aquí



ridícula la inactividad
mientras chilla carcajadas
a costa mía
ridícula



y qué asco la cara hinchada
debería, baño y pastillas
pero no no no quiero verme
ante el otro espejo
el de cristal
no quiero verme porque
reprimida aquí con mi reflejo encima
el de verdad, el mío
remordimientos
el placer es mucho mayor



y malditas pastillas y quehaceres
si quiero hundirme en el hastío



porque ag inactividad
yo voy a saciarme de ti
habitar lo más profundo
tú me has hecho esto

(vergüenza
vergüenza envalentonarme a estas alturas)



quizás luego pastillas
ya sería distinto 



vomitar en forma de pastillas
iré ya al baño
comprimidos más pálidos
que yo