martes, 30 de diciembre de 2014

SECUNDA NOCTE, ET VIDI SOMNIUM

Voy a imaginar cosas, he de procurar no dispersarme. La oscuridad va a ser completamente maleable para mí pues no hay nada, solo yo: puedo llenar el mundo entero con lo que quiera.


Los suspiros rebotan por las paredes, es lo único audible en esta habitación. Será mi madre, que ya estaría dormida, a mi lado. Respira tan bajo que a veces me asusto y debo poner mi dedo bajo su nariz para tranquilizarme. Entonces me detengo. Una fuerza consciente me hace recordar a lo que debí ser yo obedeciendo este tipo de impulsos en otras ocasiones. (La nariz de mi madre, entonces, pasa automáticamente a mi memoria.)

Soy buena. La calidez se despierta en mí al haber descubierto generosidad en un impulso inconsciente, y lo describo. Pero formular al fuego es soplar sobre él. Eso me asusta: ya no soy buena.


"Los suspiros rebotan por las paredes, es lo único audible en esta habitación."


Oscuridad, un perro duerme a mi lado. Está tranquilo y eso me conviene. Me duele el estómago, mi vorágine patalea, pero él ha aceptado taparse, tenderse junto a mí. Este perro confía tanto en mí que no le inquieta el ruido de las teclas: duerme. Entrega su cuerpo a mí, cierra los ojos. Se ha tirado en picado a su interior, se ha abandonado y yo debo cuidar de su cuerpo. Cierra los ojos ante el mundo. Junto a mí, no teme que nada pueda atacarlo. Respiro, respiro, respiro.


Oscuridad.


Alfredo, Alfredo, Alfredo, duermes junto a mí. Tú, que conoces mi peligro mejor que un perro, cierras los ojos. La habitación es tan oscura que no puedo verte la cara, pero la intuyo. Duermes de frente a mí, no quiero tocarte. Eres con esta oscuridad: una idea. Tu cabeza asoma entre los pliegues del edredón como una piedra al sobresalir de la piel de un lago. Tu cabecita es una esfera tallada en piedra, arropada por el agua oscura. Una piedra suave y húmeda, negra, musgo tranquilo, un perro abandonado a mí, una nariz, unas pestañas, mi madre. Tus dedos agarran fuertemente las aguas, te envuelves. Alfredo, te tiras en picado a tu interior y me entregas tu cuerpo, pero te aferras con todas tus fuerzas a la oscuridad para que yo no pueda arrebatártela. Si esta noche te quedases destapado, desaparecerías.


Aire entrando y saliendo, aire oscuro rebotando por la profundidad de mi estanque.


La vorágine duerme junto a mí. 
Lo hace, esto ya no es imaginar. Pero respira, respira: mi madre duerme junto a mí y yo debo ser pequeña, ínfima, piernas y manos minúsculas. 

Mami, mami, párpados tranquilos, no puedo verte. Necesito imaginar, no recordar, maldita vorágine hambrienta. Mami, mami, ¿quién eres?


Palabras. 


Las palabras vuelven, tengo que buscarlas en una red. Ya no hay mi madre, ojos, perros, Alfredo. Las ideas... Tengo que buscar, buscar. Tengo que buscar a mi madre en las palabras, en una red, en otra red y en otra, y yo quiero que duerma. A ella también la he arrojado en picado a su interior para tener que cuidarla, pero la busco. Respira.




Mi madre, la oscuridad, un estómago.

Tenía que detener a la vorágine pero la he devorado.

Los suspiros rebotan, rebotan, rebotan en mi vagina.



domingo, 28 de diciembre de 2014

PRIMA NOCTE

Una vorágine hasta aquí, hasta ahora. Un murmullo continuo como una corriente, nada más. Y de repente ahora.

Intento no buscar palabras y dar luz a mis ideas, pero todo pende de alguna otra cosa. Nada tiene suficiente brillo como para mantenerse por sí solo. Las palabras son redes, a ellas también las precede la vorágine. Y entonces mienten.

Yazgo. La oscuridad tapa mis piernas, arropadas, enredadas con otras piernas. Mi estómago ocupa toda esta oscuridad, es el único ser viviente. Doy cobijo, en mis entrañas, a la vorágine. Yo no la puedo expresar con palabras sino es tiñéndola, pero mi estómago la porta realmente, tal y como es. Soy madre: no siento náuseas sino el temblor de una criatura tumultuosa, mi hija.


Pienso.

La vorágine es mentira. Y si mis palabras mienten es porque intentan darle un viso de realidad. Recapacita, esto no se puede hacer. Me digo que desconozco la manera de hablar con sinceridad y de mentir al mismo tiempo. Me refugio -respira-, me refugio en que desconozco la manera de no buscar palabras, de ser una idea.

Mentira.
Yo soy la vorágine, soy toda esta oscuridad de piernas enredadas.
Y yazgo. 
El ahora es una habitación de red tejida con nudos negros que me arropan.

Pero no duermo entre otras piernas sino sola. Mentira, mentira, mentira, miento y por qué. Por los nudos, por la vorágine. La vorágine:

Qué es la vorágine. (Preguntar es sincero.)

Vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, 
vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, 
vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, 
vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, 
vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, 
vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine, vorágine.


La vorágine es el pasado. Y el pasado es un murmullo, una corriente dura que empuja hasta el ahora. Yazgo arropada. Y el ahora, una corriente que empuja desde atrás, una red que pende de otra. Tengo que hundirme en la vorágine para comprender, pero qué es la vorágine, contéstate.

Es antes.


Pienso.

El día de hoy, ayer, la semana pasada. Años, años, años. Los años no son años, no tienen forma, no los veo. Sí veo mi vida en esta habitación: una manta larga y espesa y los años, entretejidos entre ellos, mezclados y confusos, han oscurecido esta noche, para taparme. Los hechos hilados en un largo trapo cálido que me adormece, sin formas ni límites que los distingan.

Hechos: fuerzo mis recuerdos igual que busco las palabras: hojeo la guía de teléfonos: manoseo el manual de lingüística. No encuentro, pero sabré qué busco, me digo, cuando la forma de la página me resulte familiar. Respiro.


Pienso. 

El ahora en que yazgo, hoy.

Han pasado cosas, puedo enumerarlas, especificarlas. Esto es algo que mañana ya no podré hacer. Tengo una lista. De la misma manera, no puedo volver a vivir el día de hoy, ni tan siquiera sentirlo, al leerlo: mi lista de hechos se resume en palabras.

RESPIRA.



Una dura, lejana corriente, ha apagado la luz en este cuarto, ha cerrado los ojos, las piernas que rodeo, se ha metido en mi estómago y no la veo. Ni soy capaz de abstraerme y no ver, ni necesito abstraerme y no ver. La vorágine es un vacío amenazador que me agota, que me facilita el sueño cada noche y un cuerpo con quien dormir.



LA VORÁGINE: 

el pasado,
todo lo mío, 
es 
un cuento ajeno






jueves, 25 de diciembre de 2014

Retrato oval A




"Los diferentes "retratos ovales" han sido establecidos de modo paralelo por todos los participantes a partir del relato de Edgar Allan Poe El retrato oval. La labor de recomposición implica la "tachadura" de todas las palabras juzgadas inútiles del texto original, sin alterar las demás ni el orden cronológico y gramatical del texto. Había el propósito de extraer el contenido latente e irracional del mismo texto original." 
Eugenio Castro

domingo, 16 de noviembre de 2014

los colmillos del círculo social (1)

ANSIADA REUNIÓN DE VIEJOS AMIGOS:

en un desfiladero material
un compendio de frases vacías
merodea ante mis ojos

esperan el momento preciso
para abalanzarse

la conclusión será
todas ellas desperdigadas
hundidas en mis tuétanos


"trois coleurs"







lunes, 3 de noviembre de 2014

habitación a partir de las 18:00

el desorden se esparce a mi alrededor como si tuviera vida propia

de la misma manera
a las flores que he plantado la semana pasada
las atosigan miles de malas hierbas


me sorprendo aliviada por una leve sensación de compañía

lunes, 13 de octubre de 2014

tres días fríos en octubre

I.

es cuando me doy cuenta de que voy caminando por la calle y de que está oscuro
de que hace frío y de que se escuchan voces
cuando me entran las ganas de llorar

para todo lo demás
soy una piedra inquebrantable



II.

el frío es lo que me sensibiliza lo que me hace
volver a la realidad

a por qué no me habré puesto otra chaqueta a que
desafortunadamente
hay algo que espera dentro de mí



III.

quiero que mis mejillas se inyecten de sangre quiero
que me invada la sensación de invierno el olor de invierno

necesito que mi interior sea recuerdo necesito
quererme atrás








viernes, 3 de octubre de 2014

esponjas

a veces me olvido de las personas
porque olvido mis sentimientos relacionados con ellas

a veces pierdo personas en mi interior
disminuyen menguan se mezclan con tantas otras 
una masa invisible
solo por pretender obligarme a otorgarles un lugar especial

a veces lloro por personas que he perdido en mi interior a propósito
por haberlas por haberme engañado 
con un lugar que no puede existir para ellas
por haber permitido a mis sentimientos andar entrando y saliendo de mí


creo que soy una esponja
y también un papel de un grosor muy fino

creo que soy cualquier tipo de elemento
que permite pasar al aire
a través de él


miércoles, 24 de septiembre de 2014

mi cabeza está parcialmente vacía I

mi cabeza está parcialmente vacía

lleva parcialmente vacía el tiempo que no ha estado completamente llena
el tiempo que no ha tenido entre manos esas cosas que no le habían dejado ver lo parcialmente vacía que estaba

no digo vacía del todo porque debe haber alguna cosa que me permita ver el vacío
algo dentro unos ojos unas pupilas algo que observa y piensa y más tarde una boca que juzga y me cuenta lo vacía que estoy y algo
alguna otra cosa que debe ser capaz de saber que estoy viendo un vacío parcial que es mío


teniendo esto en cuenta contemplo mi vaciedad sin hacer nada
porque cuando hago o no hago algo en realidad hago intentos de hacer otras cosas distintas
y yo estoy lo suficientemente vacía como para querer ahorrar esfuerzos


no hago nada pero por ejemplo querría dejar de hacer sudokus
por ejemplo también querría llorar


querría dejar de hacer sudokus y empezar a llorar porque mi madre entrara en casa
porque mi madre jugara porque mi madre hablara con el teléfono móvil
porque mi madre hiciera la compra cocinara trabajara y luego hablara y jugara con el teléfono móvil y yo en su lugar mirara mi vaciedad parcial sin hacer nada

mamá dame una bofetada y dime que veo mal
mamá dime que me tienen que poner otra lentilla que tú sí ves y que ves otra cosa
mamá no es justo que yo tenga que ver esto y que tú hables juegues con el teléfono móvil


quiero creerme que soy capaz de mucho más de lo que soy capaz para hacer pequeñas cosas y verlas mayores
para construir una casa mucho más pequeña de como yo la estaré viendo pero al menos construir algo
una casa un espejo una cabeza parcialmente llena un libro de sudokus por ejemplo
yo no podría construir cosas de otra manera que no fuera esa
yo no puedo construir cosas de una manera que sea esta porque no puedo construir cosas si no soy capaz de construir cosas

necesito la bofetada de mi madre para no necesitar a mi madre para no necesitar bofetadas que me digan que me equivoco
que mi cabeza no está vacía que llevo veinte años durmiendo y por eso no me he enterado
de todas las casas y caras y libros que he construido hasta ahora



pero eso sería estar parcialmente llena




Premios 20Blogs

la vuelta

22.43 autobús 448

estaré rodeada de gente que vuelve
cuando despierte del sueño

pero ahora
borracha en un autobús
corro entre las profundidades



22.50 autobús 448

aquí todos
todos los zapatos son negros

todos charlan tosen callan
no reaccionan
si el autobús frena o se mueve
no reaccionan
no caminan no se preparan
no esperan



23.01 estación de autobuses Plaza Elíptica

la luz
la puerta del autobús
de la estación
escaleras

la luz
y que entonces 
la puerta del autobús fuera ladrillo
que hubiese dos puertas
tres 
ninguna

la luz
y que la estación entonces
fuese papel
o no viese ya puertas
ni estación

que no me viese

la luz
y yo que debería estar en este momento
justo como ahora 
cruzándola



23.07 estación de metro Plaza Elíptica

una vez al día
con sorpresa
me doy cuenta
de que

la oscuridad
es lo único
verdaderamente
cristalino



23.20 metro línea 6 Circular

echar de menos
en cada parada
en cada asiento 
libre vacío
en cada uno de todos estos zapatos
por fin marrones blancos aquel verde 
la luz
no puede querer decir nada
si de todas formas me veo obligada a llegar
a sonreír hablar callar comer
a no sentir más entonces



23.23 metro línea 6 Circular

sé que me acerco porque
la máquina se detiene

porque permite
que más y más personas 
huyan de mí
de mi lado

hasta que finalmente
también yo 
tenga que hacerlo



23.57 estación de metro Metropolitano

00.06 Paseo Juan XXIII


00.13 Colegio Mayor Chaminade, habitación 128


jueves, 18 de septiembre de 2014

Londres también existe

¡Para ver las fotos más de cerca hay que pulsar el cursor sobre ellas!


  

 

  

 




  

 

  

 

  

 

Este conjunto de fotografías las he hecho a mediados de julio, a lo largo de las dos semanas que pasé en Londres. Forman parte de un puñado mucho más grande, pero he reunido estas porque me ha parecido que mostraban mejor lo que para mí es existir allí, ser de allí porque, lejos de las hordas de turistas que atestan la ciudad durante los meses centrales del verano, en Londres hay londinenses. Y no londinenses, claro, pero ambos forman parte del verdadero panorama de la ciudad.

lunes, 25 de agosto de 2014

HABITACIONES

Las persianas. Siempre las dejan bajadas, pero sería lo mismo. Aunque las recojan, las persianas siempre están bajadas. Porque entonces, la luz, es la luz, que es como una persiana bajada. La luz densa, claustrofóbica, enfermiza; la luz de la bombilla, del sol, de la bombilla y del sol y la luz, la luz en general que siempre cubre (amarilla, azul, blanca), la luz apagada y brillante y enfermiza. Tengo que salir de aquí, que encontrar la manera de cubrirme de cualquier cosa que no sean persianas. 

sábado, 9 de agosto de 2014

ANOTACIONES 20/03/14: Frustraciones, Tirso y ensaladilla.

"Jueves 20 de marzo de 2014



Qué incoherentes los árboles, aún pelados pero húmedos y teniendo flores pequeñas y rojas, si hay diez focos iluminando carteles de musicales y actuaciones, de tantos colores y con tantas fotografías de caras, justo detrás de ellos.



La ensaladilla es la fuente de mis culpas, el núcleo del Remordimiento.
Blanca, sola, en medio de la mesa, observa. No es mía.
Debo decidir si devorarla o deshacerme de ella.


En Tirso de Molina los vagabundos hacen cola en pos de nada y mi ensaladilla espera.

Al otro lado de la calle piden dinero y yo no tengo hambre. 
Mi ensaladilla espera.

Estoy borracha y tengo frío. Fría, como mi ensaladilla.
Inmerecido, pero justo.


(¡)PERO NO SÉ POR QUÉ ME HAN HECHO ESTO SI YO HE PAGADO POR UNA CERVEZA Y NO POR UNA ENSALADILLA(!)


La música, mal-tocada por el hombre del acordeón, vuelve realista todo este ambiente. Es pegajoso y yo había tirado demasiado de mis ojos alejando todo de mí. Aquella era la realidad en su torpe decadencia. El acordeón era presionado interrumpidamente y de sopetón. El hombre parecía estrujar a un animal muerto y yo súbitamente me asustaba. Sus dedos fueron una pesadilla frenética solamente por dos minutos en los que hizo viento y la música era alegre y las mujeres de la otra mesa hablaban todavía más alto. "¡Muchas gracias!", y pasó la gorra. 

Él tampoco quiso la ensaladilla. 
Maldito.



He empezado a comer la ensaladilla con un nudo en el estómago.
La ensaladilla imposible,
Tirso de Molina.


Pero no, porque me la he acabado
y ahora toda la culpabilidad de toda esta tarde es mía."