Tirso de Molina tiene la garganta más silenciosa del mundo
entre los puestos de flores
podría haber hombres devorándose
y nada diría
Tirso de Molina calla
Tirso de Molina no tiene lengua
pero mira desde más allá de sus ojos
desde su sangre
a quien lo surca
Tirso de Molina asusta
y su droga y sus hombres asesinándose
y el niño que le tira chinas al esqueleto
que escupe su nombre con voz ronca
y las pupilas del padre en el suelo
en la esquina como puñales
Tirso de Molina arrastra
y las capuchas de los jóvenes
y los ancianos y el humo y el perro
y el olor a flores y a orines
a libros y a chapas negras
negros todos negros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué te parece?