"todo: aún creemos. El tiempo no pasó. Los días volvieron a ser la superficie sobre la cual soñamos. Las tardes
también durante aquello que deseo. El tiempo se desplaza dentro de sí mismo movido por la angustia y por el deseo. El tiempo no tiene voluntad, tiene instinto. El tiempo es menos que un animal corriendo. No piensa hacia dónde va. Cuando se para, son la angustia o el deseo los que lo obligan a parar.
volvieron a ser del tamaño de cuando atravesábamos los jardines cogidos de la mano. Tiene que existir siempre el sol que nos ilumina, que nos iluminaba. Perdóname."
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