viernes, 25 de enero de 2013

Hoy (no) es martes de Carnaval

Este poema es, en realidad, una variación de otro publicado hace dos años, en este mismo blog, titulado Martes.






Martes de Carnaval es Carnaval 
por diversos motivos. 
Los trajes de brillantes, que no resplandecen, 
y las chisteras de colores invisibles, por ejemplo. 
Las caras miradas diferente cada día 
que son bellísimos esbozos 
del miedo. 
Carnaval.

Es Carnaval 
y todas las pinturas portan disfraces 
de tonalidades pastel 
para borrarse. 
Todas. 
Carnaval. 

 Es Carnaval 
porque llega con el famoso director de orquesta 
el durísimo látigo verde 
de la desesperanza. 
Es verde ironía
 este azote. 
Vara verde, negra y amarilla. 
Carnaval. 

Es Carnaval. 
Amanecer de destellos magenta 
con intermitente olor a oro escondido 
entre la carne muerta 
cada mañana, 
Carnaval. 

Es Carnaval 
y las monedas 
jamás osarían reconocer su traje 
rojo carmesí. 
Carnaval. 

Es Carnaval, 
Carnaval. 
Por las monedas es hoy Carnaval. 
También 
la piel de la sangre, que es rugosa, es eterna, 
eterna como esta tensión muda,
y el desorden sin movimiento 
que es 
perpetuo 
aquí, 
como 
imperturbable 
Carnaval. 

Es Carnaval.
Carnaval. 
Es un martes cualquiera, 
aunque no me entiendan, 
Carnaval.

Isabel Gómez Rguez

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