martes, 21 de junio de 2011

Si pudiera...


Si pudiera.
Si mi mano se aferrase a la tuya y lo ojos tocasen.
Si las dudas fuesen cadenas.
Si los corazones cuerdas y
si las huellas quedasen.
Sí, las huellas. Quedasen,
permaneciesen como hoy permaneces,
como cuando miras y miraste.
Y permaneciste aquí, en el espejo que guardo de hoy.
Y guardaré, espero, reflejado en llamas;
en velas por cada día y momento.
En velas de olor a tú, color y calor de tú.
Brillo para cuando se pierda el oscuro de tu sombra, 
para cuando alumbre otra mirada.
Brillo para velar la partida y señalar la vuelta.
Brillo de luz de memoria, de nada.

Si pudiera, yo misma caería en pedazos,
y me desharía en ceniza. Yo misma
te pediría brillar por ti. Brillarme.
Si pudieran tocar los ojos y aferrarse mis manos.
Si los corazones fuesen cadenas y las dudas, cuerdas.
Y si pudiera, yo me teñiría de sombra para ti,
de oscuro de partida para volver contigo.
Yo misma,
Si pudiera.

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