domingo, 8 de abril de 2012

Cómo


Mi regazo.
Mi regazo y tres manos:
nudillos y venas.
Tantas venas como ramas, raíces,
ramos sangrantes como chorros de sudor.
Mi regazo de vara y piedra mojada
por los dos.

Yo fui mármol y respiré lenguas
de sal y agua y piel y pestañas
tuyas y mías
y un beso...
Alfiler. Clavo. Aguja.
El viento
que nunca quiso olvidar.

Sé que al abrir los ojos
fui yo toda lluvia, y tú,
y el aliento despidió a las manos.
Yo era nudos. Soy nudos
bañados en esas lenguas de sudor, de lágrimas.
Nudos que al anudarse se ahogaron
ayer
por buscarte a ti
con tus venas. Allí
y tan lejos.

Fui, soy; ser
nudos amordazados
por los bozales del silencio
y el puño del tiempo encallado en el estómago
que se me enquista.

Cómo voy a explicarte
que al darte mis ojos
me los he arrancado.
Cómo si siento lacerar al vacío
envidioso de cada amanecer
y vuelto a mi vera.
Cómo si quince mil veces me volvería a abandonar
en lazos
hambrientos, hinchados, malditos.
Cómo si nos he condenado al desvelo
sin saber ya si por ti o por mí.

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