domingo, 8 de marzo de 2015

Fotonovela creativa

Este conjunto de fotos es en realidad un juego literario que practicamos un grupo de personas en la librería Enclave, en el taller "Poesía Sorprendida" a cargo de Eugenio Castro. Aunque para llevarlo al blog tuve que hacer fotos por parcelas, se trata de las páginas fotocopiadas de una foto-novela. Las particularidades eran dos: por un lado, los diálogos estaban en blanco; por otro, algunas de las escenas aparecían tachadas. Cada uno de nosotros debía recrear una historia a partir de los espacios vacíos, siempre con estas fotografías como base.




Ahora ya es demasiado tarde
o demasiado lejos



y hay todo, está todo:




el miedo a la totalidad absoluta
por no poder encontrar en ella
ninguna cosa,



y el miedo también a la búsqueda
de otras cosas
más pequeñas


(por si no encuentro
porque no encuentro)


y que cada vez sea más tarde
o que cada vez sea más lejos

y el miedo.



El miedo a encontrar entonces,
en la búsqueda,
en la lejanía,
a la propia búsqueda o lejanía:

un amasijo de lugares
pequeños,
un amasijo de lugares
palpables.



Y la partida
como la herramienta fácil y amarga
para no buscar,
o para seguir,
o pensar
en haber partido,
en querer volver
o en no querer
saber hacerlo.



Soy el rostro de una acusación
que pretendo hacer llamar valentía.

La velocidad no abandonará mi rostro
aunque decida
detener mis pasos
para siempre.

Me agota pensar que me queda solo tiempo
atrás
que soy solo tiempo atrás.

Un cuerpo
que únicamente ha sabido huir
valiente.

Una huida rutinaria y cómoda:
la palanca de un ascensor,
un interruptor encendido,
un vendaval violento
e invencible.




Lejos, lejos, lejos:
ni el miedo,
ni la totalidad,
ni las cosas pequeñas:
ni yo,
ni la búsqueda:



nada.

Lejos, lejos, lejos
busco:
la totalidad
o el miedo,




a mí
o a mi búsqueda:


ahora, ya,
demasiado tarde
o demasiado lejos



como para que haya
o como para que quede 
nada.

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