miércoles, 4 de marzo de 2015

6: Madrid


 

 


"todo: aún creemos. El tiempo no pasó. Los días volvieron a ser la superficie sobre la cual soñamos. Las tardes
también durante aquello que deseo. El tiempo se desplaza dentro de sí mismo movido por la angustia y por el deseo. El tiempo no tiene voluntad, tiene instinto. El tiempo es menos que un animal corriendo. No piensa hacia dónde va. Cuando se para, son la angustia o el deseo los que lo obligan a parar.
volvieron a ser del tamaño de cuando atravesábamos los jardines cogidos de la mano. Tiene que existir siempre el sol que nos ilumina, que nos iluminaba. Perdóname."

(Cementerio de pianos, Luis Peixoto)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué te parece?